Santander y el Diamante Caribe, la gran alianza: Entrevista con Alfonso Vegara, presidente de la Fundación Metrópoli

Prensa / Alcaldía de Bucaramanga

De izquierda a derecha: Alfonso Vegara, presidente de la Fundación Metrópoli; Elkin Bueno Altahona, alcalde de Barrancabermeja; Luis Fernando Arboleda, presidente de Findeter, y Luis Francisco Bohórquez, alcalde de Bucaramanga.

El Diamante es fundamentalmente una “Gran Alianza” para trabajar juntos en una región que es muy importante para el futuro de Colombia y del Gran Caribe. Esta gran alianza está liderada por Findeter que está haciendo un excelente esfuerzo para integrar Ministerios, Gobernaciones, Ciudades, Sector Privado y a la Sociedad Civil. 

El Diamante definirá una estrategia de eco desarrollo y un conjunto selectivo de proyectos estratégicos para la mejora de la competitividad de este territorio. Estos proyectos estratégicos se basan en los “puntos fuertes” de cada espacio, lo que nosotros llamamos “componentes de excelencia” y que hemos identificado a través de una investigación detallada del territorio y mediante foros y procesos de participación que se están desarrollando en cada Departamento.

¿Por qué integrar a Santander con siete departamentos de la Región Caribe y no con otros de las regiones Pacífica o Andina?

Alfonso Vegara: Santander ocupa una posición estratégica en Colombia. Se localiza en un punto intermedio entre la gran Área Metropolitana de Bogotá y los puertos del Atlántico, que concentran una parte importante del comercio exterior de Colombia. Se encuentra también en una posición central en el eje que conecta la frontera venezolana con Medellín y Bogotá. Es también uno de los principales puntos de conexión con el resto del país de las extensas regiones del norte de los Llanos Orientales.

En consecuencia, Santander tiene vocación de interactuar con diversas regiones y territorios de Colombia. Sin embargo, de cara el futuro, la apertura de Colombia al mar es uno de los temas más estratégicos para el país.

Pero al margen de las anteriores reflexiones,Santander se localiza en un punto clave del futuro gran corredor multimodal del Río Magdalena que va a conectar la costa con el interior del país y que precisa de una armadura urbana sólida para consolidarse como un importante eje de desarrollo económico de Colombia.

Incluir Santander en el Diamante es una apuesta estratégica, no es una decisión obvia. En los procesos de participación de líderes hemos detectado una sintonía con el proyecto del Diamante mayor incluso en las ciudades de Santander que en las ciudades de la costa. Santander aporta al Diamante una dimensión territorial nueva y una complementariedad relevante. Permite poner en valor uno de los grandes activos de Colombia que es el corredor ecológico, ambiental, agrícola y logístico que supone el Rio Magdalena.

Además, Santander necesita fortalecer la proyección exterior de sus actividades productivas. Una cooperación más estrecha con los espacios de la costa Caribe de Colombia es una fuente de oportunidades para el desarrollo de la industria, la agricultura, el turismo, las universidades y los servicios avanzados del Departamento de Santander.

Desde el punto de vista económico, ¿qué le ofrece Santander a esa integración?

AV: Santander tiene mucho que aportar al Diamante y su participación en el proyecto debe ser una fuente de inspiración para otros territorios. La calidad de vida de las ciudades del Departamento, especialmente en el área metropolitana de Bucaramanga, la fortaleza del sector de la salud y ciencias de la vida en general, la fortaleza en materia energética, las iniciativas en materia de turismo rural, la calidad del sistema universitario, la tradición industrial, etc.

Santander necesita al Diamante para una nueva etapa de desarrollo y el Diamante necesita a Santander. Para que esta alianza fructifique es muy importante estrechar los vínculos entre Bucaramanga y Barrancabermeja, ciudad tradicionalmente con muchos problemas pero que tiene vocación de convertirse en el gran conector de Santander con el futuro corredor económico del Rio Magdalena.

¿En qué se beneficiaría el santandereano de a pie si el departamento integra el Diamante?
Vamos a identificar de forma participativa los proyectos estratégicos que nos van a permitir tener unas ciudades más humanas y eficientes para el siglo XXI en una etapa postconflicto. Vamos a buscar nuevos diálogos entre el mundo urbano y el mundo rural de los diferentes departamentos del Diamante. Hacer realidad estas iniciativas va a requerir mucho esfuerzo, creatividad, generosidad y compromiso. Dotar al Departamento de Santander de un proyecto de futuro inteligente y consensuado tiene un valor intrínseco y va a permitir una mayor autoestima, una mejora del sentimiento de pertenencia de la población y va a mostrar una senda de futuro ilusionante y alcanzable.

La Fundación Metrópoli defiende la idea de que el mundo rural se desarrollaría más si las ciudades ofrecen ventajas y generan oportunidades. ¿En qué consiste este planteamiento?

Las ciudades desempeñan un papel fundamental como motores de la economía, como lugares de conectividad, creatividad e innovación y como centros de servicios para sus alrededores. Las ciudades son los espacios fundamentales para la generación de riqueza y para la disponibilidad de los servicios que demanda el desarrollo en las economías modernas.

También son lugares clave para la calidad de vida de la población y para la creación de oportunidades de desarrollo personal y social. Más del 80 % del Producto Interno Bruto (PIB) mundial se genera en las ciudades.

En Colombia, pese a la importancia que han tomado en su economía las materias primas durante las últimas décadas, más del 85% del PIB nacional se genera en las zonas urbanas.
Las ciudades del Diamante son espacios fundamentales para superar los problemas de pobreza y exclusión social. En Colombia como en el resto de los países, existe una elevada correlación entre el nivel de urbanización y la reducción de la pobreza y la desigualdad. Las ciudades son esenciales también para el acceso de la población a servicios básicos sanitarios, educativos, suministro de agua y energía, saneamiento, etc.

La existencia de una ciudad próspera significa para sus entornos rurales más y mejores servicios a las empresas y a las personas; más empleo y una economía más diversificada. Significa también mejor acceso a los mercados para los agricultores y los pequeños empresarios rurales; mayor participación de las mujeres en el mercado laboral; menos emigración de jóvenes y mejores vínculos con otras regiones y países. Todo ello se traduce en una reducción de la pobreza y de la marginación de los espacios rurales.

El Diamante estaría integrado por siete departamentos del Caribe, Santander y Norte de Santander. ¿De qué forma se equilibran los roles, desde lingüísticos hasta raciales, para que cada zona enriquezca la unión sin opacar los valores de las otras?

La clave es pasar de competir a cooperar. El Diamante Caribe y Santanderes tiene algo más de 14 millones de habitantes, lo cual representa un tamaño suficiente para ser un motor esencial en la economía de Colombia y ser un actor económico relevante en el Gran Caribe y en la escena internacional. La clave es que seamos capaces de descubrir una vocación de futuro diferenciada para cada espacio. Ámbitos tan diferentes como el Urabá Antioqueño o la Guajira pueden completar el papel de ciudades importantes que impulsan con diferente perfil la economía de este territorio como Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga, o incluso Barrancabermeja con su perfil energético.

Más allá del Diamante, ¿de qué forma el resto del país podría beneficiarse más de los recursos que hacen de Santander un departamento competitivo?
La fortaleza de Santander en temas de energía, salud, educación, industria, etc. puede beneficiar al resto de Colombia y especialmente a las zonas rurales del país que podrán acceder a una nueva gama de servicios a través de las oportunidades que ofrece la tecnología digital.

Lea la entrevista completa: www.findeter.gov.co

Fuente: Entrevista Revista Semana. Publicado por: Camilo Andrés Triana y Sotomonte.