Los estudiantes del Instituto Promoción Social se forman como Técnicos en Agroindustria Alimentaria en el Centro de Atención al Sector Agropecuario en Piedecuesta, Santander. Su objetivo es aportar a la reducción de los altos índices de obesidad que registra el país.
Bucaramanga. Según cifras de la Fundación Colombiana de Obesidad, uno de cada dos colombianos tiene exceso de peso, llegando a una prevalencia del 52 % en el país.
La más reciente Encuesta de Situación Nutricional mostró que a diario el 36,6 % de los colombianos ingiere golosinas; siete de cada diez incluye comida de la calle, y más del 70 % no consume verduras ni frutas.
“Para comer saludable no se necesita mucha plata o ser complicado, todo radica en entender que hay que comer bien, para estar bien. Es lamentable que muchos solo cambien sus hábitos alimenticios porque les toca, debido a problemas de salud”, dijo Consuelo Martínez Jerez, líder de nutrición de la Fundación Cardiovascular de Colombia.
Este panorama llamó la atención de un grupo de estudiantes del grado once del Instituto Promoción Social, que se forman en el SENA a través de articulación con la media, como Técnicos en Agroindustria Alimentaria.
“Es un problema nacional que nos motivó a incluirlo dentro del proceso que llevamos de innovación en los programas de emprendimiento. Elaboramos un proyecto para generar una solución novedosa y de calidad”, comentó Pablo Antonio Mantilla, uno de los aprendices.
Yogures sin azúcar y bajos en grasa, muffins con harina integral y galletas de granola, hacen parte del portafolio de productos saludables con precios entre $ 500 y $ 5.000 pesos.
Un yogur con porcentajes casi nulos de grasa y azúcar, pero con el agradable sabor del original, es una de las creaciones destacadas de los jóvenes, que liderados por el instructor SENA, Alirio Angarita, quieren brindar además nuevas opciones para personas intolerantes a la lactosa o con diabetes, enfermedad que según la Asociación Colombiana de Diabetes afecta al 7 % de la población nacional.
“Descremamos completamente la leche; agregamos lactasa, enzima que nos permite separar la lactosa y eliminarla luego de un proceso de 14 horas a 6 °C. Pasteurizamos y pasamos al batido - en este punto, a un yogur normal se le agregan cerca de 12 gramos de azúcar- nosotros reemplazamos esto con sucaralosa, endulzante sin azúcar”, aseguró Alirio Angarita.
Sumado a este producto, el grupo cuenta con otros alimentos como galletas de granola, ajonjolí, avena y miel; junto con muffins o ponqués hechos con harina integral en 20 % y bajo contenido de azúcar.
“La idea es seguir trabajando para lograr una línea de alimentos 100 % saludables”,puntualizó el instructor.
Para el dietista Manuel Parra, “una persona con buenos hábitos alimenticios puede incluir estos alimentos en su dieta para estar saludable, pues no están hechos con ingredientes procesados como harinas y azúcares refinados, los cuales generan sobrepeso y aumentan el riesgo de enfermedades como diabetes. Comer naturalmente es la clave”
La clave para ir escalando en el mercado de las opciones saludables y conseguir clientes está en la calidad y los precios asequibles, comenta el aprendiz Pablo Mantilla. “Esto es una idea de negocio para nuestro futuro, una manera de poner en práctica lo que aprendemos; pero sobre todo es la posibilidad de generar un cambio y de poder ayudar”
Prensa y Comunicaciones / SENA
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