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lunes, 25 de febrero de 2013

Cuatro niños son hoy modelo de sacrificio, solidaridad y trabajo en equipo, gracias a un nuevo modelo de educación en la ciudad



Foto: Anibal Morales / Alcaldia de Bucaramanga
 Mateo Felipe Saavedra Arias, Oscar Javier Carvajal Gómez, Wilson Steven Solano Silva y Jonathan Leandro Sandoval, acaban de competir contra 36 estudiantes de colegios públicos y privados del país.

Fue una eliminatoria a la que llegaron trabajando en horarios extendidos después de sus clases, o los sábados y días de descanso, algunas veces sin probar alimentos, entregados durante horas enteras a su propósito: ser los primeros en Colombia.

Pero esos cuatro niños no se quedaron en un objetivo egoísta. Después de dedicar horas enteras a su trabajo e invención, vieron la necesidad de compartir sus sueños y crearon un semillero de investigadores con los alumnos más pequeños del colegio.

Wilson Steven Solano Silva y Jonathan Leandro Sandoval estudiantes
Así nació el club de Robótica, que durante los últimos tres años ya logró formar a más de 36 niños en robótica y tecnología, en un club que hoy hace historia en todo el país y convierte en leyenda a los colegios y el nivel educativo de la ciudad.

Su historia está consignada en la página que crearon para ello, porque además están convencidos de que el conocimiento de nada sirve sino se comparte. (Más información:www.ironbots.blogspot.com/ ).

Y así mientras jugaban con la tecnología y ayudaban a formar a los más niños, poco a poco fueron creando a “Robotina”, un robot que le ayuda a la comunidad educativa a recoger las basuras que producen en el colegio, en una clara evidencia de lo que significa la robótica al servicio y preservación del medio ambiente.
Mateo Felipe Saavedra Arias, Oscar Javier Carvajal Gómez estudiantes

Llegaron los frutos

Con esa máquina, el pasado fin de semana se enfrentaron a los equipos de los mejores 36 colegios de todo el país, ocho de ellos bumangueses, y tras superarlos, bumangueses y santandereanos debieron enfrentarse y eliminarse entre sí, para quedarse con los cuatro primeros lugares.

Al final, sólo Mateo, Óscar, Wilson y Jonathan se quedaron con el título de la competencia, que esté año se llamó “Sack Atack”, el Ataque de los Sacos, porque los competidores debían levantar pequeños sacos en el menor tiempo posible.

Hoy, según lo admite su rector, Plinio Pinzón Albarracín, estos niños logran el producto de tres años de trabajo permanente, a pesar de ser muy nuevos en este escenario. Son tres años durante los cuales han competido, obteniendo el sexto lugar en el 2011, el segundo en el 2012 y el primero este año.

Plinio Pinzón Albarracín, rector Instituto Nacional de Comercio.

Hoy son orgullo nacional y el anhelo de una comunidad que crece con dignidad.


Carlos Ibarra, Édgar Sánchez / Prensa Alcaldía de Bucaramanga.

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