Foto: Archivo / Alcaldia de Bucaramanga
Lo sucedido en Girón y Piedecuesta durante febrero pasado, como consecuencia de las manifestaciones atípicas del clima, es un campanazo de alerta dado por la naturaleza a los ciudadanos que insisten en crear asentamientos en las riberas de los ríos.
Fredy Raguá Casas, coordinador municipal de la Gestión del Riesgo de Desastres, manifestó con prudente optimismo que espera que esos ciudadanos hayan tomado conciencia.
“…nos preocupan muchísimo las personas que se han venido asentando en las riberas de los ríos, este es un riesgo tremendo que siempre lo hemos sufrido en Bucaramanga”, aclaró el funcionario.
Raguá Casas señaló que su oficina trabaja de la mano con el Gobierno Social, en cabeza del alcalde Luis Francisco Bohórquez, y el Nacional, desde la oficina de la Ungrid, para tratar de reubicar a esas familias.
No obstante, con cierta desesperanza admitió que apenas son reubicadas estos ciudadanos, a las riberas de los ríos “inmediatamente llegan otros. De ahí lo difícil que es trabajar con este tema”.
Foto: Archivo / Alcaldia de Bucaramanga
Raguá Casas explicó que lo atípico del comportamiento climático de este año surgió gracias a que, “estando en temporada seca, se nos vinieron unas grandes y fuertes corrientes de lluvia que afectaron mucho, sobre todo el área metropolitana de Bucaramanga”.
De todos modos estuvimos muy atentos, con unas alertas preventivas, sobre todo con la comunidad que está asentada en las riberas tanto del Rio de Oro, como del Río Suratá.
El Coordinador Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres de Bucaramanga dijo que dado el anuncio de la llegada del invierno, pronóstico que ya conocen las comunidades, es “necesario tomar las medidas de prevención requeridas, para enfrentar esta temporada”.
Fredy Raguá Casas, coordinador municipal de la Gestión del Riesgo de Desastres.
Carlos Ibarra / Prensa Alcaldía de Bucaramanga
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