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viernes, 19 de septiembre de 2014

Editorial: La Feria tiene una cara más amable


Prensa/ Alcaldia de Bucaramanga
En años anteriores Vanguardia Liberal ha sido consistente en sus críticas a la Feria de Bucaramanga. Su oposición no solo se ha fundamentado siempre en las recurrentes fallas organizativas, sino en las deplorables cifras que al final de muchas de las actividades demostraban que el precio que se pagaba en personas muertas o heridas, no justificaba en lo más mínimo el empeño en mantener esquemas coloniales de festividades populares basadas en los desmanes, las arbitrariedades y la promoción de las costumbres menos edificantes de la gente.

Riñas que se contaban por varios miles en una sola noche o un fin de semana, muertos como balance al final de la semana ferial, escenarios públicos semi destruidos por turbas ebrias y agresivas, animales maltratados o muertos como resultado de la indolencia y la barbarie de algunos, fueron, entre otros, sucesos nefastos contra los que luchamos para que no se repitieran año tras año. Eso es, por ejemplo, lo que sucedió en la Mesa de Los Santos, donde se hizo una cabalgata ante la prohibición de hacerla en Bucaramanga, que terminó en riñas, escándalos y dos caballos muertos por culpa de jinetes ebrios y agresivos.

Pero así como, en el caso de Bucaramanga, denunciamos estos asuntos cuando fue pertinente hacerlo, estamos prestos a celebrar este año el hecho de que, al menos al día de hoy, se ha superado en gran medida esa especie de desastre en que se había convertido la Feria local.

En esto es necesario felicitar a la ciudadanía que desde semanas antes del comienzo de las fiestas se unió y protestó organizadamente para oponerse a la cabalgata que año a año abría la Feria y se constituía en uno de los espectáculos más degradantes, incultos y agresivos de la semana. La presión ciudadana llevó al Alcalde a adelantar una votación virtual en la que el 90% dio final al desfile y pareciera que al eliminarse esa apertura vulgar y violenta, se hubiera saneado bastante la Feria.

A hoy tenemos unos mejores índices en seguridad, sin homicidios y con un número de riñas mucho menor que el de los años anteriores; casi ningún accidente de tránsito vinculado con eventos feriales y la asistencia tranquila de las personas a actos culturales por toda la ciudad.

 Ojalá de esta experiencia se tome todo lo que es positivo y se mantenga en el futuro esta idea de certamen popular decente, cultural y de respeto por todos los ciudadanos.

Más información: www.vanguardia.com

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