¡El romanticismo vive! Los bumangueses cantaron baladas y boleros, y bailaron rock and roll, mientras exclamaban que estaban en el mejor evento de la Feria Bonita

Foto: Carolina Muñoz / Alcaldia de Bucaramanga

Aún sin superar la resaca de la nostalgia por los amores viejos que se creían enterrados para siempre, el martes en la noche los descubrí a flor de piel, catalizados por las baladas y los boleros interpretados de manera magistral por cuatro grupos de artistas que se presentaron en la concha Acústica José A. Morales de Bucaramanga.

El Grupo Mediterráneo, el grupo del maestro Leonardo Martínez, Canela y Rumba Cuatro, cuya mayoría de letras fueron interpretadas por Cristian Argüello, no el concejal, sino el hombre, fueron los conductores de esta noche magistral, tal vez la mejor del mejor evento de toda la feria, como lo afirmaron sus mismos actores, entre ellos la señora Amparo Moreno.

Cumplidos, cual lord inglés, uno a uno se fueron ubicando, niños y adultos, hombre y mujeres, los asistentes en las graderías de la vieja concha acústica de la ciudad, que hoy está en remodelación. Entre ellos estaba Jorge Mantilla Blanco, quien llegó a acompañar a sus abuelos a la mejor fiesta de sus vidas.

Jorge Mantilla Blanco

Foto: Carolina Muñoz / Alcaldia de Bucaramanga

A las 7:20 p.m., casi sobre el comienzo del concierto, cada bumangués o visitante que quería revivir sus nostalgias recordó sin falsa modestia la época cuando todos tuvimos 16, 17 o 18 años, porque pese a las canas, el amor no pasa de moda. Así lo expresó la niña Anny Mejía, quien en compañía de su madre llegó a conocer la música de sus abuelos, sus padres y sus tíos. 

Milena Mejía y su hija

Fue tal la avalancha humana, que al ver la imposibilidad de seguir ingresando al escenario, decenas de locales y visitantes decidieron quedarse en los alrededores para disfrutar lo que hasta ese momento solo presagiaba que sería la apertura de un archivo de recuerdos.

Pero terminó en un verdadero festín para los amantes de las baladas y los boleros, que ahora le piden al Alcalde Social, Luis Francisco Bohórquez Pedraza, realizar estos eventos todos los fines de semana, en un escenario mucho más grande.

Foto: Carolina Muñoz / Alcaldia de Bucaramanga

“Felicitaciones al señor Alcalde, pero esto se debió hacer en un escenario más grande, porque no cupimos. El concierto espectacular, porque son los años de nosotros…”

Amparo Moreno

Voz en cuello, cada asistente apeló a la memoria para recordar sus amores frustrados por la timidez que nos desbordó al conocer a la niña de nuestros sueños, aquella a la que nunca nos atrevimos a contarles nuestros sentimientos, pero que amamos con la intensidad honesta de los hombres y mujeres que aún son niños.

“Te amaré siempre, hasta el fin del fin”

Foto: Carolina Muñoz / Alcaldia de Bucaramanga

Los sentimientos se atropellaron cuando el presentador, Víctor Suárez, anunció en tarima que el grupo Mediterráneo, primero en la lista de artistas, interpretaría “Te amaré siempre, hasta el fin del fin”. Una de las baladas que inmortalizó a Demis Roussos, con su voz ahogada, pero ideada de forma intencional por el Creador para cantar baladas.

Te amaré siempre, de Demis Roussos

Cama y Mesa, del brasileño Roberto Carlos, se abrió pasó tan suave como su original melodía, porque quién no deseó, a sus 16 años, “ser tu almohada, tu edredón de seda…besarte mientras sueñas y verte dormir, Yo quiero ser el sol que entra y da sobre tu cama…despertarte poco a poco, hacerte sonreír…”

Cama y Mesa, de Roberto Carlos

Y cuando el español Nino Bravo irrumpió en el escenario, con la voz del maestro Leonardo Martínez y su grupo, para cantar América, América, los asistentes se transformaron al unísono. Exorcizaron los fantasmas del pasado y sin mayor resistencia se dejaron llevar a lugar donde habitan sus recuerdos más perdidos. La patria grande, la Tierra Prometida. América.

“Donde brilla el tibio sol, como un nuevo fulgor, dorando las arenaaas/ donde el aire es limpio aún, bajo la sueva luz de las estrellaaas/ donde el fuegos e hace amor, el río es hablador y el monte es selvaaa/ hoy encontré un lugaaar para los dos en esta nueva tierra: Américaaaaa, es Américaaaaa…”

América, América, de Nino Bravo

“Cuando Dios hizo el Edén, pensó en América…”, repetía el auditorio, entregado por completo a sus recuerdos, sin importar si eran tristes o alegres. Nostalgias que creemos bien guardadas en los anaqueles del pasado, pero que nos emboscan cuando el corazón se atrinchera en las razones del amor.

Foto: Carolina Muñoz / Alcaldia de Bucaramanga

Y como si ninguno de los asistentes supiera de nostalgias, alegrías y tristezas, el maestro Leonardo Martínez sorprendió a los asistentes, que a esa hora ya tenían el alma hecha jirones, con otra de las baladas más interpretadas en el mundo por los actores principales del despecho: Hasta que te Conocí”, de Juan Gabriel.

Y entonces ya nadie se resistió ante el coro:
“Hasta que te conocí, 
vi la vida con dolor
no te miento fui feliz,
aunque con muy poco amor
y muy tarde comprendí,
que no te debía amar
porque ahora pienso en ti,
más que ayer, mucho máaaaas…”

Hasta que te Conocí, de Juan Gabriel

“Dile que por mí no tema”, de la guarachera de Cuba, Celia Cruz, irrumpió en el escenario de la voz del segundo grupo de la noche: Canela.

La embriaguez de amor fue total. ¿O quién no ha bailado alguna vez, muy pegado, en una sola baldosa, este bolero magistral tantas veces transmitido por esa negra grande, acompañada por la gloriosa Sonora Matancera?

Dile que por mí no tema, de Celia Cruz

No esperábamos que algo más nos sorprendiera. Pero el grupo Canela, fiel exponente del romanticismo puro, la sacó del estadio con “Dos Gardenias para Ti”, escrita con el alma por el maestro Antonio Machín, e interpretada por infinidad de artistas, entre ellos el maestros de maestros, Ibrahim Ferrer, hoy fallecido.

Dos Gardenias para Ti

Y así, entre bolero y bolero, surgieron las reminiscencias de la Negra más Grande del Mundo, Celia Cruz; Rolando La Serie, “El Jefe, Daniel Santos”, Alberto Beltrán, entre otros monstruosos exponentes, que nos llevaron a la Cuba de los años 30. ¡La memoria es prodigiosa! La música también.

Foto: Carolina Muñoz / Alcaldia de Bucaramanga

Y cuando yacía embriagado por las baladas de los Pasteles Verdes, los Ángeles Negros, Nino Bravo, Leo Dan, José Vélez, Palito Ortega, y su tema “Despeinada”; “La Chica de la Boutique”, del maestro Heleno; entre otros de los grandes que penosamente se me escapan, todos interpretados por el grupo Rumba Cuatro, caí en cuenta de algo extraordinario: los problemas de movilidad de la ciudad habían desaparecido por arte de magia, acababa de transportarme en el tiempo, sin un solo trancón, por la autopista del romanticismo.

¡Que viva el romanticismo! ¡Que viva el amor! Porque el romanticismo vive y entonces la esperanza sigue intacta. Sobre todo si hay quienes se encargan de hacer realidad las utopías.
¡Que vivan el Alcalde y su Instituto Municipal de Cultura! Gritaron y aplaudieron los asistentes, transportados por la “Feria Bonita de Bucaramanga, Me Gusta”, a la mejor época de la vida: los años setenta, cuando nació toda la música, cuando el amor encontró la expresión en el arte hecho letras… y ritmo.

¡Gracias Alcalde, por todo lo que está haciendo por la ciudad! Decían otros, mientras se negaban a dejar el escenario. Eran las 11:00 de la noche. Niños, jóvenes, adultos jóvenes y de la tercera edad, terminaron bailando y cantando junto con los artistas, mientras pedían: “¡otra, otra, otra!”.

Carlos Ibarra / Prensa y Comunicaciones / Alcaldía de Bucaramanga