Foto: Carolina Muñoz / Alcaldia de Bucaramanga
Xiomara Vásquez, vendedora de cristalería popular de Aguachica, bajaba esta mañana en una moto en compañía de su esposo, por la calle 36 de Bucaramanga, pero al llegar frente a la catedral de la Sagrada Familia varios agentes de la Dirección de Tránsito le pidieron detener la marcha.
Xiomara y su esposo habían violado las disposiciones del Día sin Moto, porque ni estaban autorizados para circular con absoluta libertad por ser trabajadores de alguna de las 20 empresas domiciliarias que tras demostrar su legalidad de funcionamiento fueron autorizadas para desplazarse, pero tampoco trabajan con algún organismo de control o de seguridad o vigilancia, que fueron los otros gremios con salvoconducto para circular en sus motocicletas durante el Día sin Moto.
Lo único que ella y su compañero atinaron a decirles a los agentes de tránsito fue que se dirigían a estudiar y no conocían la medida, afirmación que lanzaron pese al caudal de información que sobre el tema en particular circuló y se publicó a través de los medios de comunicación de la ciudad y el área metropolitana.
Xiomara Vásquez
Tanto ella como su esposo tuvieron que resignarse finalmente a que la moto en la que se desplazaban fuera conducida a los patios de la Dirección de Tránsito Municipal. Ahora deberán afrontar los trámites necesarios para sacarla de ese lugar, además de pagar la multa equivalente a 15 salarios diarios mínimos legales, por infringir las normas del Día sin Moto, es decir, algo más de $320 mil pesos.
Así como Xiomara y su esposo, decenas de ciudadanos infractores fueron detenidos esta mañana por los agentes de Tránsito y de la Policía, por no respetar las normas mínimas de convivencia ciudadana para el tránsito y el transporte.
Carlos Ibarra / Prensa y Comunicaciones / Alcaldía de Bucaramanga
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