Foto: Carolina Muñoz / Alcaldia de Bucaramanga
Ayer en las instalaciones del auditorio ‘Pedro Gómez Valderrama’ del Instituto Municipal de Cultura y Turismo, el cantautor del valle del ‘Cacique Upar’, Gustavo Gutiérrez Cabello, trajo a la memoria de los asistentes los ritmos e historias de la cotidianidad los aconteceres de las alegrías y tristezas que circundaron su vida juvenil en la tierra provinciana de la capital mundial del vallenato.
“Gustavo Gutiérrez canta en Valledupar cuando sale el sol, nada compara ese encanto solo tu mirar divino mi amor”, a través de su tema ‘Confidencias’ compuesto a sus 23 años de edad en Valledupar.
Inspirado en su niñez, paisajes, amores y desamores de ese acontecer tranquilo y provinciano; inició su repertorio de temas demostrando por qué aún a sus 73 años de edad sigue siendo ese poeta y amigo del alma herida, que inspirado en las alegrías y tristezas del valle a orillas del rio Guatapurí nunca se detuvo en el camino, porque en medio de la distancia encontró el poder del olvido.
Anoche, durante el lanzamiento de la versión número 46 del Festival de la Leyenda Vallenata en la capital santandereana, el hijo del Cesar, de figura esbelta, mirada profunda y alma sencilla, deleitó a los asistentes con una noche de poesía impregnada de romanticismo, que son los elementos distintivos de su mensaje vallenato, a través de centenares de canciones en los que nunca pueden estar ausentes los paisajes y anécdotas de la cálida y hospitalaria ciudad de ‘Los Santos Reyes’
Foto: Carolina Muñoz / Alcaldia de Bucaramanga
Hoy, el juglar del Cesar y amigo de la tierra santandereana, relata emocionado lo que significa recibir este reconocimiento por parte de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, así como las distinciones entregadas por las entidades gubernamentales en el Caribe y el Oriente del país, en especial Bucaramanga, la segunda capital en importancia para la difusión de la música de ‘Francisco El Hombre’, a nivel nacional.
Gustavo Gutiérrez continúa siendo ese amigo y hombre taciturno de alma sencilla. Dice que hay que “saber diferenciar entre la vida del artista y el hombre del común y corriente”, porque son las cualidades que a él, por ejemplo, le permiten seguir vigente entre miles de sus seguidores.
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