Agentes de tránsito se capacitan en manejo de alcohosensores y radares

Los agentes de tránsito de Bucaramanga disponen de nuevas herramientas técnicas, para efectuar pruebas de alcoholemia a ciudadanos de quienes se sospeche que conducen vehículos en estado de embriaguez. Para ello fueron capacitados por expertos, con enfoque puntual en la manipulación y mantenimiento de dos alcohosensores.

Foto: Archivo / Alcaldia de Bucaramanga

Los funcionarios recibieron  entrenamiento en  el  uso de un moderno radar de velocidad, otro de  los equipos  adquiridos recientemente por la entidad mediante licitación pública.

Durante la capacitación, realizada en las instalaciones de esa institución, un ingeniero de la firma proveedora de dichos equipos les impartió instrucciones sobre la forma correcta de manipular los dispositivos de control, así como las posibilidades que ofrecen como pruebas  legales a través del registro de placas, fecha, hora y lugares en donde se cometen las infracciones.

“Desde ahora vamos a trabajar con esta tecnología de última generación,  en los operativos de control vial y en las actividades de prevención de accidentes de los usuarios de las vías”, explicó el comandante de Tránsito, Gerardo Hernández Barajas.

Sus características
 

Tomada de Vanguardia.com

En relación con las características del radar de velocidad, el comandante explicó  que ese equipo también sirve para operar en cruces de semáforos. Eso significa  que el dispositivo puede grabar imágenes del momento en que un conductor ignora un semáforo en rojo, o realiza un cruce prohibido y registra lógicamente la velocidad, la placa del vehículo, la fecha, hora y el lugar donde se cometió la infracción.

El alcohosensor es un instrumento de última tecnología que detecta con gran facilidad  al conductor que tiene aliento alcohólico. “Inicialmente, no es necesario pedirle que ‘sople’ frente a una boquilla; con solo acercar el equipo a la persona, se puede determinar la presencia de alcohol en ella, y a partir de esa prueba pasiva se le puede pedir, seguidamente, que descienda del vehículo para realizar una prueba activa con boquilla individual; y luego se efectúa una segunda y última prueba fehaciente, que confirma el nivel de embriaguez, explicó el comandante Hernández Barajas.

Al final del procedimiento el equipo arroja una tirilla en la que también quedan impresos el número de cédula del conductor, la fecha y hora; esos datos son precisamente, los que facilitan la judicialización del infractor.

Además, añadió el comandante de tránsito, el equipo está en capacidad de grabar hasta siete mil pruebas de alcoholemia, las cuales pueden utilizarse adicionalmente en la realización de investigaciones y como pruebas periciales.

Tránsito Cultura Vial / Alcaldía de Bucaramanga