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lunes, 16 de junio de 2014

Con afecto, y respetándoles su libertad, Gobierno Social rehabilita a los habitantes de calle y les devuelve la esperanza de tener un hogar y una familia


Foto: Archivo / Alcaldia de Bucaramanga
En las calles la vida pasa como pasan los carros, a una velocidad que con el tiempo parece dejar los restos de una sociedad que solo se preocupa por ir cada vez más rápido.

Pero las vidas adormecidas que reposan con hambre y suciedad en los andenes de Bucaramanga, ahora tienen la posibilidad de despertar con una nueva esperanza.

Un equipo de hombres y mujeres, conformado y liderado por el Gobierno Social de Luis Francisco Bohórquez Pedraza, literalmente se propuso recoger de la calle a aquellos que en algún momento perdieron el rumbo de su existencia.

Desde las 5:00 de la mañana, cada día, uno a uno son recogidos los habitantes de calle. Mientras dejan de lado los prejuicios, integrantes de la Policía Nacional y funcionarios del programa Habitante de Calle, de la Secretaría de Desarrollo Social, se acercan a estos seres humanos ávidos de un plato de comida, aseo personal y algo de afecto.

Para ellos es extraño que alguien se acerque a ofrecerles algo bueno. Con desconfianza, algunos acceden y otros lamentablemente deciden no abrir la puerta que los podría llevar a la salida de su precaria situación.

A los habitantes de calle que deciden aferrarse a esta oportunidad, les espera un recorrido en un móvil, “de regreso a casa”. En principio son dirigidos a las fundaciones que trabajan en equipo con el Gobierno Social, para ofrecerles aseo, alimentación, techo y capacitación.

Luego de asearse y comer, los beneficiados no están obligados a quedarse. Esta libertad es fundamental en el proceso de resocialización, pues es precisamente la voluntad de cambiar la que permite que a la fecha, cerca de 30 ex habitantes de calle hayan podido regresar a sus casas y muchos otros continúen su proceso de rehabilitación.

Durante este proceso aprenden artes y oficios que les servirán para retornar a una vida normal y productiva.
Fantasmas superados


María Perea
Tal es el caso de doña María Perea, quien hace 40 años no ve a su familia, debido a sus adicciones. Hoy, gracias al programa “Habitante de Calle”, de la Alcaldía de Bucaramanga, superó ese fantasma luego de dos años de tratamiento en una de las fundaciones aliadas.

En el día de su retorno, María solo espera que su familia la reciba, aunque tal vez ni la reconozcan físicamente, pero que su corazón sea comprendido y así pueda disfrutar de esta segunda oportunidad que le da la vida a sus 60 años.
 
María Perea


Luis Mejía
Luis Mejía también está agradecido de volver a Magangué, Bolívar, tras un proceso de rehabilitación que le permite ver la vida de otra manera y entender que las pepas, el bazuco y la marihuana que encontraba fácilmente en las calles, le estaban robando la posibilidad de vivir y disfrutar de sus seres queridos.
 
Luis Mejía

“Yo me veía como un animal, ahora soy una persona y me veo como tal, gracias a estas personas que se preocuparon por mí y me recogieron de la calle”, dice con especial énfasis en sus nuevas esperanzas y sueños.

Juan Pablo Monroy / Prensa y Comunicaciones / Secretaría de Desarrollo Municipal

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