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viernes, 15 de marzo de 2013

PARA LEER EN REDES VIRTUALES El principio del sueño



Foto: Archivo/ Alcaldia de Bucaramanga
Por Eduardo Durán Gómez

Realmente tenemos que celebrar la voluntad política del alcalde Luis Francisco Bohórquez de querer restablecer el espacio público, entendiéndose como tal: las vías, parques, aceras, y con ello la recuperación de la limpieza.


Eduardo Durán Gómez
Los bumangueses indiferentes e irresponsables con la ciudad, dejamos que hicieran con esos espacios lo que la politiquería y el desgobierno quisieron y poco a poco la ciudad que nos llenaba de orgullo ante propios y extraños se nos fue yendo de las manos, en medio de un deterioro progresivo que terminó abarcándolo todo, hasta convertirla en una urbe extraña, indiferente, desordenada y antipática para cualquier ciudadano.

No era fácil retomar el camino y celebramos estas primeras manifestaciones gubernamentales de despejar vendedores ambulantes, de restablecer andenes, de limpiar y preservar la estética, de recuperar los parques y de devolver la cara amable que en otras épocas nos distinguió y nos llenó de orgullo.

Pero cabe advertir que es necesario que esa tarea se asegure hacia el futuro y que se diseñen los instrumentos necesarios para que la continuidad en el proceso sea una constante. Dentro de esas nuevas políticas, es necesario vincular estrechamente a la ciudadanía, capacitar en la cultura del mantenimiento y establecer las dependencias encargadas de vigilar el cumplimiento de las acciones, con unos presupuestos que sean los que realmente se requieren.

Si no se establecen procesos blindados para que no llegue otro irresponsable y los acabe, el escenario no dejará de ser ´flor de un día´ y  seguro que pronto estaremos frente a otra de las grandes frustraciones ciudadanas.

Bucaramanga merece rescatar los títulos que mantuvo por tantos años: La ciudad más limpia, la ciudad de los parques, la ciudad cordial, la ciudad bonita.

En ello es necesario implementar programas para sembrar el civismo y la actitud ciudadana y estos deben comprometer a todos los bumangueses. La tarea no puede ser temporal, ni fragmentaria, ni sin estructura. Alcalde: lo felicito por este comienzo y esperamos que esos primeros pasos se conviertan en una marcha constante e irreversible.

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